El color de una oración
Cuanto me cuesta sin querer menos, entender palabras sin conjugar verbos... Sin apenas contestar para nunca preguntar... Cuanto cuesta el olvido de la razón... La angustia sin pasión... Cuanto cuesta el equívoco momento, que falló de la voluntad del destino y se estrelló en tu puerta... para mirar por tu ventana... Mirarte a ti.
Cuando fue que las letras se convirtieron en palabras y las mismas en oraciones?
Cuando fue que crecieron y dejaron de ser solo vocales... frases que fueron pintadas, para luego morir en tus labios... En tus recuerdos... En ti.
Cuando fue que quise darle color a una oración? Entre versos e ideas que debatiendo entre argumentos comenzaron amarte, para enseñarle a tus ojos que solo hace falta un color, para amarte en una oración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario